
Una historia entre dos continentes, Sudamérica y Europa, explica ese ardor que expresa la obra de Cristina Tallone.
Desde su infancia, en la inmensidad de la Patagonia, o en el corazón de la Pampa, se impregna intensamente de la naturaleza salvaje que la vio crecer.
Pero si Cristina parte de esa naturaleza que la nutre, es para evocar mejor un tema
que esta en el centro de su trabajo : el ser humano. Con el mundo vegetal y animal somos todos uno.
Asà es como la artista hibridiza la epidermis con la corteza, las venas con la savia, las uñas dereptiles con los ápices vegetales.
La vida cobra forma en las raÃces. El tronco se convierte en cuerpo
humano en el cual exploramos su interior a través de un microscopio. Los nudos de las ramas parecen articulaciones óseas, sus tensiones son musculares.
Su enfoque filosófico, impregnado de simbolismo, revela una naturaleza que perturba.
Cristina retrata la vida en toda su potencia y en lo que tiene de primitivo.
La biologÃa le abre las puertas de un universo gráfico infinito. Este lenguaje, lo expresa con elementos plásticos nobles y universales : tinta, papel y cerámica.
Cristina Tallone se define como exploradora del mundo vivo.
Ser artista es estar plenamente en elser y el hacer, una simbiosis entre alma y cuerpo.